miércoles, 20 de abril de 2011

Agora, entre la ciencia y la religión

Agora
 
Título original:          Agora
Año:                           2009
Duración:                  126 minutos
Género:                     Drama histórico
Reparto:
                          Rachel Weisz, Max Minghella, Ashraf Barhom, Oscar Isaac
Dirección:                  Alejandro Amenábar
Guión:                        Alejandro Amenábar, Mateo Gil
Música:                      Dario Marianelli
País:                           España
 
            Ágora es digna de ser vista, Amenabar se ha atrevido como español a realizar una película sobre el imperio romano. Antes de nada, no es una película divertida, ni de acción, ni de género clásico ni nada. Es divulgativa y bastante personal.
            A favor de la peli tenemos la historia: Ágora no es sólo la historia de Hypatia, la filosofa, sino de toda la ciudad de Alejandría durante los turbulentos años que siguieron a la implantación de la religión cristiana como religión del estado, por parte del emperador Teodosio, y con ella la decadencia de la ciencia y la libertad de expresión frente al fundamentalismo que imponen los cristianos.
            Sobre el guión, se ha centrado al final en Hipatia y el momento oscurantista de Alejandría como sede de uno de los movimientos cristianos más importantes de la época y el poder del emerente clero de ese momento como eje destructor del conocimiento antiguo. Los personajes tienen su relevancia, pero lo realmente importante es la historia en si, lo que te cuenta. Aunque, si bien es cierto que los cristianos son, en cierto sentido, los “malos” de la película, también se muestra que ayudan a los pobres y a los necesitados, cosa que no hacían los avanzados y cultos romanos.
            Es espectacular la ambientación histórica de la ciudad: cada detalle de cómo vivían tres culturas, cristiana, romana y judía, los templos romanos mezclados con los edificios egipcios, todo está bien montado. Sorprendió del rigor histórico, es que las estatuas y los bustos aparecen, en su mayoría, policromados (que era como estaban en la antigüedad. Para alguien que estudia arte y es fanática de la Historia, eso es casi un regalo a la vista). Además, el pésimo estado que muestra la biblioteca después de su toma y posterior conversión en iglesia es verdadero: las imágenes paganas fueron borradas y sustituidas, los escritos quemados, en fin, lo que hace la intolerancia.
            Ágora no es una maravilla ni un clasicazo, pero sí una buena película digna de ver. Cierto es que Amenábar podía haberlo hecho mucho mejor, de eso no ha duda, pero puedo asegurar que tiene más virtudes que defectos. 

Jueves 21 de Abril, en la Biblioteca Sarmiento, 21 hs.
Entrada general $ 12,00.
Para socios, estudiantes y jubilados $10,00.

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